primero pasó
la demencia
gritando
cerré la ventana
después
aquel extraño silencio
salpicaba nostalgias
me engañó
sangraba tristezas
cerré la ventana
se alternaba
la primavera de resaca
con otra estación difusa
sedienta
de calles
cerré la ventana
me vi
bajar a la calle
recoger trozos
de nada
que me reflejaban
quise cerrar la ventana
mas la ventana
ya no estaba allí
© Frantz Ferentz, 2011
1 comentário:
Quizá la ventana nunca estuvo...
Un abrazo, Xavier.
¡ Genial!
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