volvamos a empezar
desde el final
recuerdo
aquellos bordes
en el vaso de penumbras
y las últimas gotas
de aliento
que os precedieron
después
—o antes
no sé—
rumor de silencio
y de silencio os desnudo
mi sangre
con sabor a hojaldre,
vuestra impotencia
ligeramente azucarada,
fue delicioso
aunque efímero
me creéis devorado
mas no sabéis
masticarme
atentos
acaso aún yo gotee
entre vuestros miedos
© Frantz Ferentz, 2011
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