sábado, dezembro 03, 2011

Por si acaso aún existe Lisboa.- Frantz Ferentz



Hace siglos que no he vuelto a pasear tu cabello.
Añoro aquellas brisas a última hora de la tarde
cuando tu cansancio y el ocaso se unían
para suavemente expulsarme de tus memorias,
otra tarde más.

Ya en la calle, tomaba el río bajo cualquier puente,
a veces sentado junto a un fado con voz de Amália,
y me perdía en el mar. Eran buenos tiempos
de relojes aún sinceros que repetían las horas
cuando se nos quedaban cortas.

Ya no sé si existe Lisboa, ni tú, ni yo, ni el alfarrabio
con olor entremezclado a fracaso y esperanza
adonde acudíamos después del café. No hay café
como el de Lisboa, ni minúsculos tranvías
que sepan recorrer como aquellos cada línea de tu mano.

Y sin embargo, aunque solo,
volveré a Lisboa a recordar el aroma de tu ausencia,
dejando que el Tajo me mire sin reflejarme,
sumiéndome entre acordes de impotencia,
Ay, tú, que fuiste la lengua de Lisboa.

© Frantz Ferentz, 2011





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