la calle amanece mansa
mientras gigantes invisibles
de mandíbula infeliz
desbocan todas las rabias
languidece el Tajo
en las pilas de porcelana
sudan gotas de plástico
los que quisieron
vender la luna
no parece invierno
una caricia al azar
destapa esferas de reloj
adolescente
la revolución
se torna hiedra
y alguien pinta
de rosa
a los tiranos
la calle
al fin
se desespereza
© Frantz Ferentz, 2012
1 comentário:
Ahora creo que puede ser que sí.
Besín.
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