algunas mañanas
en la eternidad de tu cuarto
después de saludarte
de incógnito en el espejo
desdibujas el pijama
y asegurándote
que nadie te acecha
te vistes de mí
y te inventas los labios
con mis dedos
tu desnudez
mi ausencia
mi ausencia
Frantz Ferentz, 2013
2 comentários:
Yo me visto de mi cada mañana, pero vestirme de otro con estos versos...
Besos
Gracias, Marina. Un abrazo.
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