rebusqué entre las piedras
una patria
o un mechón al que agarrarme
mas la soledad
es ciega
o borracha
o acaso simplemente no sabe expresar
lo que siento
la brisa en la alameda
hizo murmurar a las hojas
que me garabateaban el alma
queriendo ser amables
luego vi
islas y más islas
salvadas entre sollozos
puestas de sol
a deshora
relámpagos en la boca
y el segundero
girándome en la memoria
tú estás muerta
y tú
y tú
y tú
con la lividez de la tierra
que pronuncio
es la hora de la cena
creo que aún me quedan
recuerdos en la nevera
los calentaré en el microondas
recetas improvisadas
para condimentar tanta ausencia
© Frantz Ferentz, 2012
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