alguén
bateu na mesa
coa mao
voaron medos
e teus ollos tristes
confirmaron
que o reloxo
comezara a marcha atrás
teño medo
dixo alguén
porén
de súpeto
as follas sabias de outono
recuperaron
a cor rosada
e a mao
que batera na mesa
finxiu que se magoara
a soidade
por un instante
virara
infancia
* * *
alguien
golpeó en la mesa
con la mano
volaron miedos
y tus ojos tristes
confirmaron que el reloj
iniciara su marcha atrás
tengo miedo
dijo alguien
pero
de repente
las hojas sabias de otoño
recuperaron
su color rosa
y la mano
que golpeó la mesa
fingió haberse lastimado
la soledad
por un instante
se convirtió
en infancia
Frantz Ferentz, 2012
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